Que su vida nos sirva de inspiración

viernes, 8 de mayo de 2009

ALGUNAS EXPRESIONES EN LA SESION HOMENAJE AL DR ALFONSIN

Presidente Aldabe: Le cedo la palabra al Concejal Marcelo Muscarello, Presidente del Frente para la Victoria.
Concejal Muscarello: Gracias Señor Presidente, Señora Intendente Municipal, miembros de sus gabinete, su excelencia reverendísima Obispo diocesano de Chascomús Carlos Humberto Malfa, Señores Concejales, autoridades de seguridad, familiares de Don Raúl Ricardo Alfonsín. Señor Presidente, definitivamente sentimos una gran tristeza, lo hacíamos público hace apenas unos días atrás, cuando no solamente en nombre de esta banca, en nombre de los Concejales del Frente para la Victoria – PJ, sino si se me permite la licencia, en este momento también hablar en nombre y representación del Partido Justicialista de Chascomús, elevábamos una oración por el eterno descanso en paz de nuestro ex Presidente. Que otro adjetivo le podríamos colocar a Don Ricardo Raúl Alfonsín hoy que no se haya dicho en las últimas 72 horas. Que otra frase alabadora y resaltadotas de sus principales virtudes democráticas y constitucionales en esta ocasión, podríamos llevar adelante, creo que se han dicho todas. Me parece que sería hasta redundante y aburrido hablar de que es lo que hizo en vida, Don Raúl Ricardo Alfonsín, me parece que el principal interrogante que nos tenemos que hacer hoy, es preguntar y preguntarnos en la sociedad Argentina, en particular en esta ciudad Chascomunense cual es el legado de Raúl Alfonsín. La República Argentina ha perdido unos de los principales estadistas que reconoce el siglo XX en nuestro país y en lo que va de este siglo XXI. Chascomús ha pedido un vecino, ha perdido un amigo, ha perdido su ciudadano más ilustre, pocas veces se dan este tipo de particularidades de las cuales pueblos de la cuenca deprimida del salado, de la llanura pampeana, como la nuestra, dan un hijo tan dilecto. Tenemos el enorme orgullo Señor Presidente, que cada vez que estamos fuera de Chascomús de poder decir, somos del pueblo de Alfonsín, y esto excede el marco de las barreras ideológicas, doctrinarias, dogmáticas y hasta políticas. Hablo a las claras de una herencia institucional y democrática que hoy nos deja Don Raúl Ricardo Alfonsín. Quiero decirle a mis amigos Radicales, como parafraseando y recordando las palabras que dijera Don Antonio Cafiero en el cementerio de la Recoleta en ese precioso monumento que tienen los caídos en la Revolución del Parque, que es bueno recordar fue el génesis de lo que hoy es la UCR. Antonio Cafiero decía, Amigos Radicales más allá de las diferencia políticas acá hay un Peronista, acá hay otro, pero Raúl Alfonsín ya no les pertenece, Alfonsín, Raúl, Raúl Ricardo, Presidente, ex Presidente, Raúl, Raulito, como lo querramos llamar con afecto o con respeto quienes no compartimos sus ideas políticas, es parte del patrimonio de la historia Argentina. Y eso le pese a quien le pese, le guste a quien le guste, es la gran realidad con la cual vamos a deber convivir por el resto de los días de la historia Argentina. Forma parte de los anales de nuestra historia, forma parte de la recuperación de las instituciones de este país. Forma parte en definitiva de los actores políticos centrales y protagonistas únicos de la vida política, desde el 10 de octubre de 1983 a la fecha. Si me permiten otra digresión personal diría que hasta siento un gran orgullo en poder decir el día de mañana a mis nietos, estuve sentado en una banca que es muy probable que haya estado sentado en ese mismo lugar, nada menos que Raúl Alfonsín. Nos separan y es una obviedad también decirlo, un montón de diferencias y nos unen un montón de puntos de vistas en común, con respecto a este país. Peronistas y Radicales, cada uno a su manera y a su modo han garantizado la Institucionalidad de este nuestro país. Es muy probable, es muy probable, esta es una autocrítica que nos hacemos los Peronistas que tal vez tenemos la capacidad de serlo y llevarlo adelante, tal vez la historia de este país hubiese sido otra si en 1983 hubiese vuelto a triunfar un Peronismo intolerante, un Peronismo que luego fue reciclado por sus propios protagonistas y sus propios actores. A mi generación, a nuestra generación nos queda precisamente ese legado, el de Raúl Alfonsín, es de haber aprendido a vivir en democracia. El 10 de octubre de 1983 Señor Presidente, amigos presentes, quien les habla tenía 18 años y empezaba a debutar, a aprender y a entender lo que era la democracia. Lo digo con un enorme orgullo, lo aprendí de la mano del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín. Le cuesta seguramente a un Peronista biológico como quien les habla, sincerarse y hacer algún tipo de apreciaciones de esta naturaleza, pero es la justa y estricta verdad. Hemos perdido una gran persona, hemos perdido un gran presidente, descanse en paz Don Raúl Alfonsín, muchas gracias.
Presidente Aldabe: Le cedo la palabra al Concejal Auzoverría, Presidente del bloque del Partido de la Victoria.
Concejal Auzoverría: Gracias Señor Presidente, desde el bloque de Concejal del Partido de la Victoria del Partido de Chascomús, no queríamos estar ajenos a este homenaje, bien sabemos Señor Presidente que mucho podemos decir del Dr Alfonsín. Como que fue nacido en nuestra ciudad, abogado, miembro de este Honorable Cuerpo, convencional PCial, Diputado Pcial y Nacional, y Presidente de los Argentinos. También que ha sido un político lúcido, inteligente, diplomático, sabemos como actuó para lograr la paz con nuestro vecino país Chile, o también construyendo los cimientos del MERCOSUR. Y fue hasta un político con un fuerte carisma. Pero también Señor Presidente, tengo la fuerte convicción, que el Dr. Alfonsín guardará un lugar de privilegio en nuestra historia, por haber sido el artífice de la democracia. Defensor de los derechos humanos, un hombre con fuertes convicciones y convencido que la añorada democracia que llegó en la primavera de octubre de 1983 le posibilitaba a los habitantes de nuestra nación el cambio por el que se venía luchando desde años. Estimados presentes, si bien se ha producido la desaparición física del Dr. Alfonsín, estoy convencido que el gran demócrata quedará vivo en los recuerdos de cada uno de los habitantes del pueblo Argentino. Más allá del que guarde cada uno, el hecho más importante que hará que lo recordemos, será la lucha, hasta conseguir en el año 1983 el resurgimiento de la democracia, para posteriormente consolidarla. Tanto durante su gobierno, recordemos los momentos de crisis, como el de Semana Santa de 1987, que nos tocó transitar a los Argentinos, sin distinción de banderías políticas, donde corrió serios riesgos, la recuperada y rememorada democracia, por la que se había luchado desde los distintos sectores de la sociedad, pero que le tocó encabezarla al Dr. Alfonsín. Pero también Señor Presidente, luego de su gobierno, siempre se preocupó y ocupó de preservar la consolidación de los vínculos democráticos, a través del consenso y el diálogo. Ambos necesarios para que los habitantes de nuestra nación, aún puedan continuar eligiendo a nuestros representantes a través del voto directo. Señor Presidente, de esta manera, con este sincero homenaje, el bloque de Concejales del partido de la Victoria, deseaba recordar en el ámbito de este honorable Cuerpo al hijo de nuestra ciudad, artífice de la recuperación de la democracia, y ex Presidente de los Argentinos, Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, haciendo llegar a sus familiares el acompañamiento por el dolor y ofreciendo su más sentido pésame. Gracias.
Presidente Aldabe: Le cedo la palabra al Concejal Diego Laborde de Radicales en la Coalición Cívica.
Concejal Laborde: Gracias Señor Presidente cuando tomamos conocimiento de la organización de este homenaje por parte del Concejo Deliberante de Chascomús, había pensado que rendir este homenaje me quedaba grande, que podía estar a la altura de las circunstancias simplemente si lo hacía desde el corazón, es decir desde la expresión más genuina a la cual se le puede rendir culto a una persona que se le tiene afecto, que se lo acompaña y que indudablemente ha marcado un camino, una senda, por el cual los argentinos podamos transitar. Se ha dicho mucho estos días señor Presidente, y todo bien, se ha dicho mucho acá en este recinto, y todo bien, pero yo quería destacar algunas facetas distintas de la impronta de Raúl Alfonsín. Aquellas que logramos de las vivencias o en los acompañamientos, siendo uno joven, siendo él ya, ese líder carismático, ese político arrasador que con un gesto, una palabra convencía. Pero también quiero resaltar Señor Presidente, al Raúl Alfonsín amigo, a esa persona que no se olvidaba de los muchos correligionarios que a lo ancho y a lo largo del país lo habían acompañado en su carrera política y en su camino hacia la Presidencia de la Nación. En el año ’84 Señor Presidente, a los poquitos meses de haber asumido como Presidente de la Nación, llegó una invitación al Comité de Lezama, donde se invitaba a muchos amigos personales del Dr. Alfonsín, a cenar a la Quinta de Olivos. Imagínense ustedes el revuelo que se armó en Lezama, por un lugar en ese micro que partía para Olivos, para nada más y nada menos que ir a cenar con el Presidente de la Nación. Y en esa invitación había un nombre, y por eso cuento la anécdota, que tenía que ver con que Raúl Alfonsín marcaba que dentro de todos los invitados, él preferentemente quería que uno fuera sí o sí. Y esa persona era mi abuelo, el Ñato Prícolo, que no conocía de esta decisión del Dr. Alfonsín, de que esa noche iba a ser el homenajeado y vuelvo a reiterar de nada más y nada menos que del Presidente de la Nación. Había disputas entre los jóvenes, entre los más viejos, nadie se quería perder la oportunidad y salimos aquella noche para Olivos a cenar. El mismo Dr. Alfonsín nos esperó en la puerta de la Residencia de Olivos, él mismo nos hizo de guía, nos llevó a comer al quincho de la quinta Presidencial, lo sentó a mi abuelo a su lado, y él mismo lo atendía y lo servía. Quiero destacar esto, del Alfonsín amigo, del Alfonsín hombre de bien, del Alfonsín buena persona, que le devolvía a muchos de sus amigos, ni un plan ni una prebenda, ni un acomodo, simplemente le devolvía a la amistad y al acompañamiento, con amistad y con acompañamiento. Esos amigos deben haber atesorado en su memoria y en sus recuerdos, esa noche como algo imborrable, porque era solamente capáz de hacerla una persona como el Dr. Alfonsín. Y hablando del político, y hablando del militante, tengo una anécdota del año ’90 Señor Presidente, cuando él ya había entregado el poder, y en una de las tantas internas que teníamos en el Radicalismo, habíamos trabajado muy bien en Lezama contra la línea del Dr. Alfonsín, iba por un lado Julio Alfonsín y por otra línea quien les habla. Habíamos trabajado bien, teníamos mucha confianza, en esa interna por lo menos en Lezama la íbamos a ganar. Y en una jugada magistral, de esas jugadas políticas que salen siempre a último momento, aparece el Dr. Alfonsín cerrando la campaña el viernes en Lezama. Dio 50 manos, 20 abrazos y el domingo perdimos la interna por tres votos. Hablando del carisma y de esa poder de convencimiento que realmente seducía, en el Dr. Alfonsín. El que nos dejó el lagado del consenso, de la búsqueda del diálogo, el de no tomar al otro como un enemigo sino como un adversario, el de la búsqueda de la verdad total, cada uno será dueño de una partecita de la verdad, pero nos dejó el camino de buscar una verdad superadora para todos los argentinos. No buscó el poder por el poder mismo, sus ideas y sus convicciones lo llevaron al poder. Y por último Señor Presidente, para no aburrirlos, ya nadie discute la figura del Dr. Alfonsín, lamentablemente en la Argentina, a veces tienen que ocurrir estas desgracias para darnos cuenta del verdadero valor de lo que teníamos. Y en una entrevista que le habían hecho al Dr. Alfonsín hace dos años más o menos, de las tantas que le realizaban, le preguntaban sobre la muerte, que pensaba en el final de su vida, y el Dr. Alfonsín con esa humildad que lo caracterizaba dijo, que los juicios sean más equilibrados. Es decir, que aquellas críticas, a veces despiadadas, que aquellos cuestionamientos que había sufrido fueran a la hora de su final más equilibrado. Y como ninguno de los que está acá, va a negar esto que voy a decir, el Dr. Alfonsín amaba su Chascomús, quería su Chascomús, sus calles, sus amigos, su laguna, pero también quería a Lezama. Quería a Lezama. Yo quiero rendirle un gran honor como comunidad Lezamense, y un gran respeto por aquellas dos cartas que en el año ’97 y en el ’98, el Dr. Alfonsín le enviara al entonces Gobernador de la Pcia de Buenos Aires, al Dr. Eduardo Duhalde, pidiéndole por la creación del Partido de Lezama. Ojalá Señor Presidente, los Argentinos estemos a la altura de las circunstancias, y sepamos transitar el camino que nos ha dejado el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín.
Presidente Aldabe: Le cedo la palabra a la Presidente del bloque del Partido Justicialista, la Sra. María Travascio.
Concejal Travascio: Gracias Señor Presidente, que decir en realidad, más de lo que todos los Concejales que me precedieron en la palabra dijeron, de la figura del Dr. Alfonsín. Habiéndolo conocido personalmente y habiendo gestado realmente el nacimiento de mi primer hija que nació en democracia, al mes siguiente de asumir el Dr. Alfonsín. Que quiere decir esto, quiere decir que en realidad, toda la dictadura militar que nos tocó vivir, yo la viví en la facultad de medicina de La Plata. Entrando en el año ’74 y recibiéndome en el año ’79, imagínense ustedes que figura uno puede rescatar desde el punto de vista humano y democrático, más que la del Dr. Raúl Alfonsín. Por eso, ya se ha dicho todo, yo creo que mis hijos han nacido en democracia, gracias al esfuerzo de muchos argentinos y fundamentalmente el Dr. Alfonsín. Por eso mis respetos a la familia, a todos los Chascomunenses que lo abrazaron en su nacimiento y realmente pasará a la historia como el General Perón y todos los que hicieron grande este país, y en la unidad y en democracia, tratando de defender los derechos humanos y la convivencia del voto popular, nunca con la violencia. Muchas gracias.
Presidente Aldabe: Tiene la palabra el Concejal Rodolfo Pertusi de la UCR.
Concejal Pertusi: Gracias Señor Presidente, en principio me parecía oportuno traer a este recinto un comentario que tiene que ver con las circunstancias que hicieron allá en el año ’83, que hoy, quien habla forme parte de esta banca de la UCR. luego de cumplir un particular derrotero en el servicio militar obligatorio, inmediatamente me aboqué con entusiasmo a incursionar en la vida universitaria con el anhelo lógico de lograr un título que había deseado desde hacía algunos años. En ese marco en pleno año ’83, obviamente fui uno de los tantos argentinos deslumbrados con mi juventud y sumido en un marco intelectual sumamente acotado, producto del efecto que producía en las generaciones como la mía, el haber hecho todo el proceso de la escuela secundaria bajo gobierno de facto. Deslumbrado por la figura del Dr. Raúl Alfonsín, deslumbrado por el advenimiento de la democracia, realmente hoy tengo que decir que si bien pertenezco a un grupo familiar que no abrazaba el ideario de la UCR, no obstante respetaba en lo personal profundamente la figura del Dr. Alfonsín. Recuerdo algunas palabras de mi padre, cuando con todo mi entusiasmo, en el inicio de esta vida universitaria y de esta militancia universitaria, en la que rápidamente formé parte de la franja morada, en la facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP, en los diálogos con mi padre y con mi madre, que no obstante no compartir los ideales de la UCR, siempre hablaron de la buena persona que era Raúl Alfonsín, incluso mi padre me contó anécdotas de compartir salidas de juventud y deportes y siempre se refería a Raúl Alfonsín como Raulito más allá de esa diferencia ideológica si se quiere, que tenían mis padres con respecto a la UCR en general y particularmente con el Dr. Alfonsín. Recuerdo con mucho cariño que mi madre, tratando de evitar alguna discusión política que pudiera generar algún debate familiar, solamente se limitaba a decirme que cuando eran jóvenes siempre quedó deslumbrada porque Raúl era un churro bárbaro, me acuerdo que comentaba y trataba con eso de terminar con alguna discusión política que pudiera haber en el seno familiar. Así que debo decir que el único responsable y el único culpable de esta transgresión familiar, de esta inserrucción familiar, es ni más ni menos que Raúl Ricardo Alfonsín. A partir del mismísimo año ’83, comencé a militar como dije en la franja morada y comencé a abrazar los ideales de la UCR, fundamentalmente, más allá de alguna influencia de algún amigo que siempre ayuda a que esto se produzca, comencé a militar en la UCR y a desempeñarme o a desandar el camino de mi carrera universitaria, que paradójicamente coincidió cronológicamente con el mandato Presidencial del Dr. Alfonsín. Creo Señor Presidente que no podemos limitar el análisis de la figura del Dr. Alfonsín como uno ha podido escuchar en estos últimos días, al desempeño del Dr. Alfonsín, en la Presidencia de la Nación no obstante considerar que más allá de los abatares y de las circunstancias del contexto social y económico de aquella época, es una gestión que reúne muchísimos más logros que cuestiones pendientes como sin duda ha habido y son parte de los frecuentes debates, cuando se analiza el desarrollo político y nacional de aquella época. Entre esos logros, creo que para no aburrir y para no ser reiterativo con los muchísimos enunciados que se han hecho a lo largo de estos días, no solamente por dirigentes Nacionales, sino por dirigentes, ex Presidentes de otras naciones, podemos contar el juicio a las Juntas Militares, el Congreso Pedagógico, la Ley de Divorcio vincular, la paz con Chile, la integración Regional latinoamericana y particularmente por haberlo vivido muy de cerca en esa época y quizás no se menciona con la misma frecuencia, la normalización universitaria después de años de ostracismo, y de oscurantismo en la educación pública que implicaron entre otras cosas, implicó entre otras cosas esa normalización universitaria, la autonomía de las universidades, el co gobierno, y la gratuidad de la enseñanza, nada menos. Creo Señor Presidente, que cuando analizamos el derrotero de la vida del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, tenemos que analizar desde su inicio, en su juventud, el desarrollo de su actividad política como Concejal en primer término, que nos llena de orgullo a quienes formamos parte de esta banca de la UCR y seguramente al conjunto de los Concejales aquí hoy presentes, su desempeño político a lo largo de los años y fundamentalmente, cosa que no se puede verificar en todos los dirigentes de nuestro país, su desempeño político, bajo gobierno de facto, en la defensa de los derechos humanos, y en la defensa de los dirigentes que fueron perseguidos, detenidos, y lamentablemente en muchos casos, asesinados por la dictadura militar. Creo Señor Presidente entonces, que lo que tenemos que rescatar son sus características personales, la trayectoria y fundamentalmente el modelo que significa para los dirigentes políticos argentinos, que esperamos que sirva el ejemplo del Dr. Alfonsín para mejorar la calidad institucional, y calidad de la dirigencia de nuestro país que dista muchísimo de alcanzar siquiera un mínimo porcentaje de lo que significó el desempeño y la trayectoria del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín. Creo que debemos rescatar al ser humano, al ciudadano, al dirigente, al militante y al funcionario y rescatar valores como la honestidad, la transparencia, coherencia, algo muy poco frecuente en estos días, y el respeto y el diálogo para con los que no piensan de la misma manera. Creo Señor Presidente en definitiva ojalá me equivoque en esta percepción que por muchos años la política Argentina no va a dar otro dirigente de la envergadura y de la talla del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín. Muchas gracias.
Presidente Aldabe: Le cedo la palabra a la Concejal Yamila Urriolabeytía de la UCR.
Concejal Urriolabeytía: Muchas gracias, los jóvenes radicales a través de este bloque, hoy queremos rendir un sincero y merecido homenaje a nuestro maestro, le tenemos que decir gracias porque él fue el que nos transformó en los jóvenes de la democracia. Hyace pocos días dejamos de ver al mejor Presidente, su legado está y trasciende la UCR, le pertenece a todos los Argentinos, porque gracias a su incansable lucha por la democracia y los derechos humanos, hoy podemos vivir sabiendo que nunca más el terrorismo de estado nos dirá como vivir y como pensar. Querido Presidente, para nosotros fuiste el militante, quien no dudó firmar los habeas Corpus y defender presos políticos, cuando eso significaba jugarse la vida. Su incansable lucha, diaria, junto a correligionarios y compañeros, es reconocida por todas las fuerzas políticas. Siempre desde la legalidad y desde el único lugar desde el cual se puede transformar la realidad, la política, buscó que la Argentina sea un mejor país,. Más justo y solidario. Querido Presidente, para nosotros fuiste el candidato, el único que no titubeó al denunciar el pacto sindical militar que garantizaba la impunidad de quienes sembraron el terror durante las oscuras noches del período ’76 – ’83. Fuiste vos, querido Presidente, durante la campaña Presidencial quien nos devolvió en forma de rezos laicos, esas palabras que parecían olvidadas, nos hizo recordar a todos los Argentinos el preámbulo de nuestra constitución nacional, tan avasallada por ese entonces, hizo de ese preámbulo, su programa de gobierno. Que siempre serán recordados en los cierres de esos multitudinarios actos. Querido Presidente, para nosotros fuiste, con aciertos y errores, sin dudas el mejor Presidente que ha tenido la Argentina en los últimos 25 años. Cumplió su promesa de enjuiciar y condenar a los responsables del terrorismo de estado, sentando el precedente para que en la Argentina nunca más se toleren atrocidades entre hermanos, por el solo hecho de pensar distinto. Avanzó en cuestiones, donde el estado había estado ausente durante mucho tiempo, el Plan Alimentario Nacional logró que incontables familias pudieran alimentarse, sin prebendas o favores a cambio. Se sancionó la ley de divorcios y la patria potestad compartida, logrando una histórica reivindicación equiparando el género ante los hijos. Se concretó el acuerdo de paz con Chile, a través de la consulta popular. Se avanzó en la integración regional. Durante su gestión se ejerció un verdadero federalismo, dándole a las Pcias lo que realmente les correspondía por la ley de coparticipación federal, cualquiera fuera el signo de gobierno de esa Pcia. Es destacable la permanente consulta que ejercía con la oposición, para aquellas medidas que fueran superadoras de su propia gestión de gobierno y comprometieran el futuro del país. Además se experimentó un gran crecimiento en materia de servicios públicos, una política petrolera seria y un inmenso desarrollo gasífero. La política educativa de nuestro querido Presidente, es reconocida aún por sus adversarios políticos, como la más democrática y transparente. Autonomía universitaria, concursos de cátedras y accesos a las minorías estudiantiles en los consejos Académicos fueron algunos de sus logros. Hubieron sueños no concretados, el proyecto del traslado de la Capital Federal a Viedma, que hubiera sido una gran medida para integrar y descentralizar el territorio argentino. Una verdadera política de estado, la reforma del régimen presidencialista fue otro de sus grandes anhelos. Una democracia parlamentaria hubiera permitido la canalización de las tensiones políticas para enfrentar situaciones de crisis sin el desgaste al que se ve expuesto el poder ejecutivo de manera permanente, evitando las tensiones entre los diversos poderes del estado. Se fue para nosotros los jóvenes radicales, Raúl Ricardo Alfonsín, el padre de la democracia moderna, militante, candidato, Presidente, estadista, hombre de bien, correligionario. Ese hombre que daba cátedra y que nos enseñó que con la democracia se come, se cura y se educa. Ese mismo hombre que siempre buscó un mejor país donde las instituciones funcionen correctamente, sin demagogia ni populismo. Sigan ideas, no sigan a hombres nos dijo en su última aparición pública, y es por eso que somos radicales, sus ideas no son ni más ni menos que las raíces y la matríz ideológica de la UCR. Querido Presidente, querido Raúl, los jóvenes radicales te decimos hoy hasta siempre, te vamos a extrañar.
Presidente Aldabe: Solicito a la Señora Vicepresidente de este Cuerpo que se haga cargo de la Presidencia para poder expresarme desde mi banca, cerrando la lista de oradores.
Vicepresidente 1º Felicetti: Tiene la palabra el Concejal Aldabe.
Concejal Aldabe: Gracias Señora Presidenta, realmente es un momento difícil, es complicado tener que expresarme en este momento, cuando me tengo que referir a un amigo, pero sobre todo a una persona a la que admiré y admiro mucho, por la cual tengo y tendré el mayor de los respetos de por vida. Es por eso que creo que esta alocución no va a salir todo lo prolija que uno quisiera, pero bueno, vamos a intentarlo. Quienes me han precedido ya han dicho casi todo de las bondades, de las virtudes, de las cualidades del Dr. Raúl Alfonsín, ese gran demócrata. Estuvo los últimos días de su vida luchando fuertemente contra una cruel enfermedad, pero que eso no le impidió dejar pensamientos y escritos en lo que se denomina, el legado de Alfonsín. Y humildemente quien habla en este momento, desde esta banca hace todos los votos posibles, para quien están en las altas esferas de la política nacional, tomen las determinaciones en el sentido justo para que haya coincidencias, para que haya consensos, conceptos sobre los cuales el Dr. Alfonsín, por los cuales siempre luchó y bregó. El Dr, Alfonsín, les ha dejado la mesa preparada para que quienes se sienten a la vera de ella, alrededor de ella, tomen y realmente quienes son los que van a tomar las determinaciones fuertes que hay que tomar en este país, los que toman las determinaciones trascendentes, tengan la suficiente humildad y el patriotismo, para que una vez por todas dejemos de vivir en este mar de desencuentros, cada uno luchando por su sector, y que podamos hacer un gran pacto, un gran acuerdo, y que podamos de una vez por todas, despegar como nación, porque que yo tenga conocimiento, no creo que no haya ninguna nación que se haya hecho grande a partir de los discensos y de los intereses sectoriales sobre el interés general. También en este momento, quisiera hacer un reconocimiento a una gran mujer, me estoy refiriendo a María Lorenza Barrenetche. Nunca más cierto, que al lado de un gran hombre está siempre una gran mujer. Como bien sabemos, el Dr. Alfonsín, un apasionado de la política, que dedicaba tanto tiempo a su actividad, eso le imposibilitaba a veces estar el tiempo necesario en su casa y María Lorenza realmente recogió el guante y crió una familia maravillosa, supliendo la ausencia por ahí de su marido y brindándole la posibilidad de que su marido ejerciera con más tiempo su gran pasión. Por ello, un gran reconocimiento para la Señora María Lorenza. Hoy pensaba, cuando estaba elaborando más o menos lo que uno iba a decir, como podemos nosotros honrar a este gran demócrata, que ha entrado realmente en el círculo de los políticos mas trascendentes que ha tenido nuestro país. Humildemente creo, para quien se considera un amateur que está egresando del amateurismo político, el mejor homenaje que le podemos brindar al Dr. Alfonsín, es desempeñar nuestras tareas cada vez con mayor dedicación, con mayor responsabilidad. Creo y parafraseándolo, estoy persuadido que de esa forma honraremos a este gran líder que tuvo nuestro país y que felizmente es un nativo de nuestro suelo, y que apreciamos tanto. Por ello, solo me resta decirle, que descanses en paz Raúl y gracias por todo.